En esta lectura, el autor Manuel Sacristan, intenta buscar una concepción del mundo basada en en su configuración y posicionamiento.
Podríamos decir que el texto pasa por dos momentos muy diferenciados: un primer momento en el que se aborda la concepción del mundo a partir una visión más positivista, y un segundo momento, donde el autor pasa a dar una perspectiva mucho más materialista, basada en postulados de carácter marxistas. Para mi es clara esta división, es como un giro del autor, que choca ante tus ojos.
Al principio, en al parte primera, en la positivista, el autor establece que la concepción del mundo no es un conocimiento como puede ser la ciencia, sino una series de principios que interfieren sobre la conducta del sujeto. Estos principios se sobreentienden explícitos en la cultura de la sociedad, dando lugar a lo que en la conducta recibe el nombre de estimaciones de conducta.
En la segunda parte, el autor asume una postura mucho más materialista o dialéctica. Lo que el autor busca es terminar con la obnubilación de la consciencia con la presencia en la conducta humana de factores reconocidos o idealizados. No se trata de nueva filosofía, sino de una nueva forma de entender el mundo, es una nueva concepción del mundo.
En mi opinión, se trata de una aproximación al mundo que yo nunca me había planteado. Es una lectura que consigue despertar inquietudes hasta ahora dormidas.
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